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lunes, 5 de mayo de 2008

la invasion de los papeles.Rafa Bravo


Rafa Bravo lo cuenta en su blog Primum non Nocere.

Es la invasión de los papelitos.

Un médico de familia recien terminada la residencia está capacitado (o
debería) para el manejo de pacientes crónicos complejos (diabetes,
cardiopatías, artrosis...), la prevención de enfermedades, el
diagnóstico temprano o sospecha de enfermedades graves (cáncer,
neumonía), el control del niño sano (revisiones) y la primera atención
al niño enfermo, la atención de urgencias en cualquier entorno y con
los medios disponibles (desde las urgencias de un hospital hasta la
cabina de un avión), la revisión ginecológica anual de las mujeres, el
control del embarazo sin factores de riesgo, el manejo médico de la
patología psiquiátrica no complicada (la mayoría de los cuadros
ansioso-depresivos), la atención domiciliaria a enfermos encamados,
los cuidados paliativos, el desarrollo de campañas de salud
comunitaria...

Es decir, el médico de familia si está bien formado tiene una
capacidad de resolución del 90% de los problemas médicos (y la
capacidad de detectar ese 10%, mandarlo al especialista adecuado y
coordinar su atención médica).

Ese es el médico que los médicos de familia vocacionales querríamos
ser. Y es un médico que muchos estudiantes de medicina querrían ser.

Si así fuera, y además estuviera bien pagado, no se quedarían vacantes
el 14% de las plazas de medicina de familia en el MIR.

Pero tras acabar la residencia... ¿cuál es la realidad a la que se
enfrentan los jóvenes médicos de familia?... la realidad se llama: "la
lacra de los papelitos".

Tanto los políticos como la clase socioeconómica media-alta
(precisamente los que no hacen uso del médico de familia por tener
seguro privado o ser MUFACEs) no esperan del médico de familia otra
cosa que papelitos. Y esta opinión se extiende a toda la sociedad,
excepto a los más pobres, quienes simplemente no tienen otra opción
que confiar en su médico de familia.

Papelitos y más papelitos. "Vengo a que me de un volante para el
ginecólogo que me toca revisión", "vengo a que me mande al
traumatólogo que me duele la espalda", "mi médico privado me ha
mandado una resonancia pero sale muy cara y vengo a que me haga un
volante para que me la hagan", "vengo a que me de el papelito de la
baja", "vengo a que me de la receta (vale descuento) de este
medicamente que me ha recetado el especialista y que ya he comprado en
la farmacia", "vengo a que me de un justificante para mi hijo de que
no puede ir al colegio", "vengo a que me haga un certificado para ir
al balneario / para jugar al fútbol / para apuntarme a clases de
baile / para ir a un campamento de verano".

Estos últimos (los "certificados") son realmente los más hirientes.
Coge a un médico preparado para manejar situaciones clínicas complejas
y ponle a rellenar papelitos de ese tipo durante un par de años y
tendrás a un médico quemado al que encima se le habrá olvidado todo lo
que sabía.

Legalmente los médicos de familia no tenemos la obligación de rellenar
esos papelitos (ni siquiera tenemos la obligación de dar las altas/
bajas o de hacer las recetas de crónicos que mandan los
especialistas). ¡Como lo oyes! ¡En ningún sitio pone que esas sean
competencias nuestras!. Mucho menos hacer certificados para "la
piscina".

Los pacientes sin embargo lo exigen (y además que sea gratis). El
problema es que si te niegas te ponen una reclamación y los gerentes
entonces se ponen del lado del paciente y a tí te dejan con el culo al
aire.

¿El resultado? Los médicos jóvenes que quieren practicar medicina
terminan por no hacer medicina de familia y los que la hacen, al
acabar, hacen otra especialidad todo con tal de no trabajar de
"rellenadores de papelitos". Los médicos de familia que se quedan
están la mayoría de su tiempo haciendo papelitos (que podría hacer una
administrativa) en vez de hacer aquello en lo que pueden aportar
valor: "ser el médico personal de sus pacientes". Cada vez hacen más
papelitos y se olvidan más de sus conocimientos médicos en un círculo
vicioso difícil de romper.

La lacra de los papelitos también amenaza a la atención primaria del
Reino Unido (ellos lo llaman gansadas). A diferencia que en España,
los gerentes de atención primaria en este caso actúan de manera
razonable: The government has made it very clear that this is an
inappropriate use of taxpayers money and GP time, and this should no
longer be necessary…………As these letters fall outside normal NHS
duties, doctors can decline to supply these letters as there is no
contractual obligation to provide them

¿Faltan médicos de familia o sobran papelitos?