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lunes, 7 de julio de 2008

burocracia y colegio medico Madrid


COLEGIO MEDICO MADRID

- El próximo 1 de Septiembre, los médicos de familia de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid dejarán de “hacer” recetas de medicamentos a los pacientes cuyos tratamientos no hayan sido prescritos por ellos. Es decir, dejarán de transcribir a receta oficial la medicación recetada por otros médicos, práctica que se ha hecho habitual principalmente por parte de médicos de hospitales, ambulatorios y Urgencias SUMMA 112. 


 - Los médicos impulsores de la iniciativa se han agrupado en Antiburocracia de Madrid y cuentan con el respaldo del Colegio de Médicos de Madrid y cuatro sociedades de Atención Primaria de Madrid: Medicina Familiar y Comunitaria (SoMaMFYC), Medicina General (SEMG y SEMERGEN) y Pediatría (AMPAP). 

- Informe de la Asesoría Jurídica del Colegio de Médicos 
Informe Asesoría Jurídica 
 
El problema 

La sobrecarga de las consultas de Atención Primaria de Madrid ha llegado hasta tal punto que aproximadamente la mitad del trabajo de los médicos de Atención Primaria se dedica a la burocracia, especialmente a hacer recetas de medicamentos prescritos por compañeros especialistas de ambulatorios, hospitales y servicios de urgencias en hojas en blanco, no válidas para el descuento en farmacia y muchas veces sin sello con los datos del médico ni firma reconocible. En estos casos, el paciente o un familiar debe ir ese mismo día o al siguiente al médico de cabecera, generalmente forzando una cita, para que le transcriba en papel oficial el tratamiento de otro compañero. 

Esto no es sólo una injusta molestia para los usuarios, que se ven obligados en muchas ocasiones a pagar en la farmacia por adelantado los medicamentos, sino que duplica el número de consultas y satura de papeleo las consultas de Atención Primaria, convirtiendo al médico en escribiente. Es más: muchas veces, el médico de cabecera tiene que poner su firma en una receta de un tratamiento que no le parece el más adecuado, asumir los posibles efectos no deseados de dicha prescripción y responsabilizarse ante cualquier contingencia legal (un reciente informe jurídico emitido por el Colegio de Médicos de Madrid deja muy clario que el médico presciptor es el responsable de la receta, por lo que asume con su firma la responsabilidad de un tratamiento en el momento de cumplimentrala). 

Desde enero de 2008, un grupo de médicos de Madrid –sin vinculación de interés con entidad alguna, ni sociedad científica, ni sindicato- decide poner fin a esta situación indeseable con una recogida de firmas (actualmente sobrepasan las 2.200 en un colectivo que no llega a los 4.000), conseguir el amparo del Colegio de Médicos de Madrid (ICOMEM) y hacer llegar un escrito a todas la gerencias y direcciones médicas de Atención Primaria y especializada de las 11 áreas, a la nueva Directora General de Atención Primaria, Consejero de Sanidad, Presidenta de la Comunidad de Madrid, Ministro de Sanidad, Presidente de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, Presidente del Gobierno, Defensor del Pueblo, sindicatos y sociedades científicas de Atención Primaria de Madrid. 

Descripción de las medidas futuras 

Este escrito emplaza a los citados responsables para que habiliten las medidas necesarias para que los médicos de hospitales, ambulatorios y servicios de urgencias dispongan de las recetas oficiales y hagan uso de ellas como es su obligación, ya que a partir del 1 de Septiembre de 2008 los médicos de Atención Primaria de Madrid no trascribirán a receta oficial la medicación prescrita por otros médicos. 

Es decir, reclaman que los médicos especialistas redacten la primera receta en los formularios oficiales (rojos y verdes) y que remitan un informe del paciente al médico de cabecera para que sea él quien posteriormente haga las recetas de los tratamientos de continuación; un procedimiento que generalmente no se sigue por costumbre y desconocimiento, no por falta de buena voluntad. 

El Grupo Antiburocracia considera que ha dado un amplio margen de tiempo para poder informar adecuadamente a la población y para que los responsables sanitarios puedan adoptar las medidas necesarias. No quiere, en ningún caso, que los pacientes sean perjudicados, ni vean menoscabados sus derechos. Todo lo contrario, piensa que se les pueden evitar trámites innecesarios. Es decir, solicita a las autoridades sanitarias que tomen las decisiones adecuadas para el beneficio de los usuarios y que se cumpla lo que la normativa, el sentido común y los pronunciamentos éticos y jurídicos que marcan los colegios de médicos. 

A los médicos de Atención Primaria de Madrid les parece preocupante que algunos hospitales y ambulatorios con "nuevas formas de gestión" no puedan facilitar a sus médicos talonarios de recetas; en concreto, centros de gestión privada que tienen por parte del Servicio Madrileño de Salud la confianza para la atención de los usuarios, pero no para hacerles depositarios de recetas oficiales. También es tambien muy complicada la situación de los centros de salud que tienen en su zona básica residencias de ancianos: estas residencias tienen un médico que es quien pauta los tratamientos y luego un médico de familia que tiene que cumplimentar y firmar cientos de recetas de pacientes a los que en su mayor parte no conocen. 

viernes, 4 de julio de 2008