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jueves, 3 de julio de 2008

declaracion grupo ABM_Junio 2008


DECLARACIÓN DEL GRUPO DE ANTIBUROCRACIA DE MADRID

Descripción del problema

Es bien conocida la sobrecarga que presentan las consultas de atención primaria
de Madrid (es un problema de todo el Sistema Nacional de Salud pero nos
referiremos sólo a la Comunidad de Madrid que es la que nos ocupa).
Aproximadamente la mitad del trabajo de los médicos de atención primaria se
dedica a la burocracia y dentro de la misma las recetas son una parte muy
importante.
Es costumbre muy extendida (con sus excepciones) que el paciente acuda a los
especialistas, tanto de ambulatorio como de hospital, y a los servicios de urgencia
tanto de hospital como de SUMMA 112 y se le prescriban tratamientos no en las
recetas oficiales sino en hojas no validas para el descuento en farmacia y muchas
veces sin sello con los datos del médico ni firma reconocible. Esto mismo se hace
al alta de la planta de los hospitales.
En todos estos casos, el paciente o un familiar debe ir al día siguiente al médico
de cabecera para que transcriba en papel oficial el tratamiento de otro compañero.
Esto es una molestia para los usuarios que se ven obligados, en muchas ocasiones,
a pagar en la farmacia por adelantado los medicamentos, duplica el número de
consultas (la del especialista y la del médico de familia) y satura de papeleo las
consultas de atención primaria convirtiendo al médico en escribiente. Aún más,
puede que el médico de cabecera tenga que hacer una receta de un tratamiento
que no le parezca el más adecuado y asumir los posibles efectos no deseados de
dicha prescripción.
Nos parece por tanto una situación irregular, el documento oficial para prescribir
fármacos que han de ser retirados de las oficinas de farmacia son las recetas
oficiales rojas y verdes, que, sin duda, va en detrimento de los pacientes y de las
ya saturadas consultas de atención primaria, y que plantea problemas de
responsabilidad a la hora de prescribir fármacos.
Descripción del proceso seguido
A primeros de enero de 2008 un grupo de médicos de Madrid decide poner fin
a esta situación indeseable. El citado grupo de médicos sólo tiene en común
participar en un foro para médicos de atención primaria: la lista de distribución
MEDFAM. No tienen vinculación de interés con entidad alguna, ni sociedad
científica, ni sindicato, simplemente están hartos de la situación.
El día 6 de febrero tuvimos la primera reunión en la que decidimos solicitar
amparo al Ilustre Colegio de Médicos de Madrid (ICOMEM) a imitación de una idea
semejante llevada a cabo en Salamanca. Redactamos un documento y lo pasamos
a firmar a todos los médicos de Madrid a los que pudimos llegar. La recogida fue
"manual", sin más apoyo que el de nuestro esfuerzo, mediante el envío del
documento a los centros de Atención Primaria de las 11 áreas de Madrid y posterior
recogida. Así conseguimos unas 2200 firmas de un colectivo que calculamos no
llegará a 4000.
El 22 de abril entregamos en el registro del ICOMEM las firmas y el
24 mantuvimos una reunión con la presidenta que hizo llegar el problema la
asesoría jurídica del ICOMEM.
En los días siguientes enviamos el escrito a todas la gerencias y direcciones
médicas de atención primaria y especializada de las 11 áreas, a la nueva Directora
General de Atención Primaria, Consejero de Sanidad, Presidenta de la Comunidad
de Madrid, Ministro de Sanidad, Presidente de la Comisión de Sanidad del Congreso
de los Diputados, Presidente del Gobierno, Defensor del Pueblo, sindicatos y
sociedades científicas de atención primaria de Madrid.
El día 19 de mayo recibimos el informe jurídico del ICOMEM que refrenda nuestra
posición y se vuelve a enviar a las instituciones anteriormente mencionadas junto
con una carta en la que les explicamos el conflicto y se emplaza a las distintas
instancias a solucionarlo
Descripción de las medidas futuras
La mencionada carta emplaza a los citados responsables para que habiliten las
medidas necesarias para que los médicos de hospitales, ambulatorios y servicios de
urgencias dispongan de las recetas oficiales y hagan uso de ellas como es su
obligación .
A partir del 1 de septiembre de 2008 los médicos de atención primaria de
Madrid no trascribirán a receta oficial la medicación prescrita por dichos
médicos. Hemos dado un amplio margen de tiempo para poder informar
adecuadamente a la población y para que nuestros responsables puedan
adoptar las medidas necesarias. No queremos que en ningún caso los pacientes
sean perjudicados, ni vean menoscabados sus derechos. Todo lo contrario,
pensamos que se les pueden evitar trámites innecesarios. Solicitamos de las
autoridades sanitarias que tomen las decisiones adecuadas para el beneficio de los
usuarios. Solamente queremos que se cumpla lo que la normativa, el sentido
común y los pronunciamientos éticos y jurídicos de los colegios de médicos marcan.
Nos parece preocupante que algunos hospitales y ambulatorios con "nuevas
formas de gestión" al parecer no puedan facilitar a sus médicos talonarios de
recetas. En concreto, centros de gestión privada que tienen por parte del SERMAS
la confianza para la atención de los usuarios pero no para hacerles depositarios de
recetas oficiales Asimismo es también muy complicada la situación de los centros
de salud que tienen en su zona básica residencias de ancianos. Dichas residencias
tienen un médico que es quien pauta los tratamientos y luego un médico de
cabecera tiene que cumplimentar y firmar cientos de recetas de pacientes a los que
seguramente no conocen. Deseamos y esperamos que a estas situaciones se les dé
una rápida respuesta por parte de las autoridades competentes.
No nos detendremos en la recetas, nuestra intención es abordar otros
sinsentidos de nuestro ejercicio profesional que suponen meros trámites
administrativos y no médicos como la tramitación de la Incapacidad Temporal en
procesos no controlados por nosotros (un especialista atiende el proceso y el
médico de cabecera rellena los papeles de "la baja") y la proliferación de toda clase
de certificaciones absurdas que en ocasiones deben ser hasta contradictorias para
que el ciudadano pueda acceder a distintas prestaciones.
Nuestro objetivo es erradicar la burocracia de las consultas para mejorar nuestra
sanidad pública y para dignificar la labor de los médicos de Atención Primaria. Para
ello es imprescindible dejar de ser escribientes.